Este componente que nos ayuda a mantener nuestro equipo en óptimas condiciones para que este continúe funcionando de forma correcta. Una mala elección de una fuente de poder puede comprometer a nuestros equipos e incluso estropearlo y los servidores no son la excepción a la regla.
A la hora de seleccionar una fuente de poder debemos tener en cuenta su calidad, conexiones, longitud de cables y sobre todo su potencia para que funcione acorde a los componentes de nuestra computadora. En el caso de los
servidores existen
fuentes de poder conmutadas que se pensaron para trabajar 24 horas, 7 días a la semana, por lo tanto, están optimizadas para dar un alto rendimiento en todo momento.
En
las fuentes de poder para servidores contamos con dos opciones: fuentes simples y fuentes redundantes. Las
fuentes de poder simple se tratan de fuentes individuales que proporcionan la energía necesaria al equipo, mientras que las
fuentes de alimentación redundantes consisten en dos fuentes de alimentación que trabajan autónomamente, en caso de fallar una la otra que está en reserva entrara en funcionamiento. Esta fuente redundante tiene la capacidad de
cambiar fuentes de alimentación sin apagar los servidores, similar a la funcionalidad hot plug o hot swap de los discos duros para servidor. Por otro lado, las
fuentes de poder Flex ATX son una variante usada en servidores que también cuenta con
"intercambio en caliente", es decir, que cuenta con dos fuentes redundantes para poder sustituir en caso de fallo.
HPE,
Intel y
Lenovo, entre otras son
marcas que diseñas fuentes de poder certificadas y compatibles para sus servidores.
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